martes, 8 de febrero de 2011

El Creador

«Yo soy la Presencia eterna donde no existe más tiempo que el ahora eterno. Soy el Alfa y el Omega, la fuente de todo principio y la conclusión de todos los ciclos. La realidad de todo lo que soy está más allá del tiempo. Mi interés es el tiempo. Creo el tiempo para poder aparecer en mi diversidad y cubro mis atributos de diferentes formas, para que estos atributos, surgiendo como creaciones, puedan relacionarse con mi naturaleza, que es el amor.

Amo porque SOY. Donde mi atención se interesa por los detalles, aparezco con muchas formas. Todas las cosas aparecen por mi amor, a causa de él. Soy uno en espíritu, con diversas formas, soy la fuente de todo lo que vive; y todo lo que vive vive en mí.
Y en la interfase entre mi unidad eterna y la diversidad en la creación, he creado a los seres humanos para que sean el PUENTE, EL LAZO CONECTOR entre mi universalidad y mi universo, entre yo y mi creación. Como una forma física que es un espejo de mi naturaleza universal, he creado a la especie humana para que vista a mi inteligencia con materia y de forma a mi amor. Les he creado para que compartan mi vida eterna y mi poder creador. Les he dado vida para que sean participes conscientes de la segunda fase de la creación universal en la cual detalles biológicos de una naturaleza sin precedentes son transportados al campo de la dimensión, la terrestre y las del mas allá. La especie humana es la materia física en la cual me encarno, con la cual viajare y a través de la cual voy a crear. Vengo conscientemente a habitar entre ellos, a ser un Dios y ellos, mi pueblo.
[…]
La humanidad se ha multiplicado y ha llenado la Tierra. Se aproxima el día en el que despertare en el interior de la familia humana al igual que un soñador se despierta en el interior de un simple cuerpo. Mi despertar motivara que los temerosos y los que aman se separen como el agua y el aceite.
[…]

Al comienzo de los tiempos, os enseñe simplemente que esta Tierra y todos los mundos materiales a los que os conduciría, eran para que los disfrutarais, con la única condición de que no usaseis la violencia entre vosotros. Cuando adoptasteis vuestra forma humana, os advertí sobre cual era el papel que tenia que jugar el miedo en el orden biológico. Pero estabais ansiosos por comenzar vuestro trabajo dimensional. Preocupados por los fenómenos que iban a sucederse, no me prestasteis la debida atención. Quizás ahora estéis más dispuestos a escuchar.
El miedo debe jugar un papel muy pequeño en la creación. Es una especie de sistema de alerta, que llama la atención de todas las criaturas sobre aquellos comportamientos que pueden causarles un daño biológico. Su misión es proteger el cuerpo físico. Nunca fue creado con el objetivo de motivar a los seres humanos. Cuando al miedo se le ennoblece presentándolo como una fuente de motivación, la consciencia disminuye.
La caída tuvo lugar cuando la atención humana se centro en el miedo, cuando disteis credibilidad a su lógica y cuando comenzasteis a actuar de acuerdo con las sugestiones propias del miedo.

Cuando los seres humanos adoptan el comportamiento propio de su entorno, se produce un efecto de reacción; el mundo externo, a su vez, se distorsiona y se vuelve confuso. Cuando la gente busca su camino en la materia en lugar de en el espíritu, niegan al mismo tiempo a la materia y al espíritu; se pierde el equilibrio; se ignora el objetivo creativo, el único propio del hombre.»
Visión (Vision), Pag. 27. Ken Carey. Ed. Sirio, 1990.