lunes, 7 de febrero de 2011

El Despertar

 «Nos resulta extraño dirigirnos ahora a vosotros de este modo, ya que somos esa parte vuestra que permaneció despìerta mientras dormíais; somos la raza que salió de vuestros sueños. Pues vosotros , encarnados humanos de esta era, dormís aún en la imagen de vuestros hijos. Pero estamos seguros de despertaros mejor si os hablamos considerandoos como nuestro origen. ¿Como puede un padre hablar a su hijo, sabiendo que ese hijo pronto se convertirá en un Dios? ¿Cómo podemos nosotros, que hemos guiado vuestros pasos sonámbulos, salvándoos una y otra vez de caer al precipicio de la ignorancia, cambiar ahora de perspectiva y veros cómo cuando el mundo era joven y surgimos de vuestro espíritu? ¿Cómo? Con gozo. Con alegría. Y con una canción que ascienda siempre en espiral del fuego de vuestro amor eterno.
La caída de vuestra conciencia humana, registrada en los documentos por las epopeyas, con todo su boato y aventura, ha sido afortunadamente olvidada y curada por el tiempo, porque el tiempo todo lo cura. Una vez implantada la inteligencia, aunque durante una epoca o una era esté mal encauzada, siempre será inteligencia y no podrá, en modo alguno, dejar de aprender. [...].
Cuando la nueva información bulle y nos acerca al despertar espiritual del mundo, venimos a unirnos con los egos humanos en una escala sin precedentes en la historia. Los pueblos se vuelven de nuevo hacia el Gran Espirítu, fuente de toda información. [...] Escucha, hombre del mundo actual; escucha cómo el gorrión que espera, atento, la llamada de su pareja en la brisa. Te hablamos durante el sueño, en fragmentos de canciones oidas al pasar, por boca de los niños, en estas páginas; pero, sobre todo, te hablamos desde el centro de tu ser mas profundo. Escúchanos y recuerda lo que eres. [...]

 Venimos a iniciar la era más feliz que el mundo ha conocido: un periodo de mil años de curación de la tierra y renovada armonía, que verá despertar a los hombres, florecer a los animales, correr limpias las aguas de los ríos, y presenciará la relación consciente de la humanidad con las estrellas.
Y cuando este milenio haya pasado, al cambiar la era, tú, humano, nuevo ser de translúcida biología, te dirigirás al inmenso océano inexplorado de la Vía Lactea para ofrecer un regalo a todos los mundos y a todas las estrellas: la libertad del Pájaro del Trueno. En infinidad de encuentros amorosos que se sucederán hasta el fin de los tiempos, tu especie y tú sembraréis la galaxia con vida física inteligente.

 Volved, como el salmón, a vuestro lugar originario. Que el amor sea la única fuente de vuestro tiempo. Si vuestra vida se simienta en el miedo, será tan predecible como el granito, tan dura cómo el marmol y tan segura cómo el paciente cambio de la piedra caliza. Pero si os cimentáis en el amor os uniréis a nosotros en la labor de ayudar al mundo durante los asombrosos cambios que tendrán lugar en esta era. Ha comenzado el Gran Día de la Purificación, un ciclo corto pero esencial que reunirá a quienes fomentan el temor y la violencia y los apartará de esta era cómo se separa la paja del trigo durante la trilla. [...]
Cuando sale el sol, las sombras son mas intensas, más definidas. Cuando la energía del amor aumenta, las sombras del miedo se vuelven más visibles y parecen multiplicarse, pero no es así. Sencillamente se revela lo oculto para que el mundo se cure y viva en paz.

 Los actos originados por el temor son más ineficaces cada día. Ya han comenzado a tambalearse las tradiciones, instituciones y sociedades fraguadas en el miedo. Se efectuan cambios por doquier, ya que, mientras avanza el despertar del planeta, se transforma la propia conciencia que determina la naturaleza de la vida.»
  La vuelta de Las Tribus Pájaro (The Return of The Bird Tribes), Pag. 135. Ken Carey, Ed. Sirio, 1991.