martes, 8 de febrero de 2011


 «Nada puede impedir jamás que el Plan de Salvación llegue a su cumplimiento. Es sólo cuestión de tiempo y, desde nuestra perspectiva, la diferencia de tiempo producida por el libre albedrío del ser humano es bastante insustancial. Dentro del Plan de Salvación en su conjunto está calculado que los humanos, por su perspectiva limitada, inevitablemente crearán circunstancias negativas. Pero el resultado mismo de esta perspectiva limitada – las circunstancias negativas – es un gran instrumento para despertar a la verdad.

 No puedes despertar a la verdad y ni siquiera puedes desear esta, a menos que pases por las dificultades que tu mismo has creado por ignorancia o distorsión de la verdad. Para ser feliz, primero tienes que estar en la verdad. Pero no puedes llegar a estar en la verdad a menos que sepas que no lo estás y tengas el deseo de buscarla. No puedes llegar a tener el conocimiento de que no estás en la verdad ni el consecuente deseo de buscarla a menos que se te deje experimentar el resultado de tu ignorancia. Lo mismo se aplica a toda la humanidad. Todo esto es tomado en cuenta en el Plan de Salvación.

 El miedo a que las malas acciones de otros puedan causarte daño es un malentendido básico de la vida. Sí, pueden llegar a ti desventajas pasajeras, eso es verdad, pero hasta éstas deberán tener un elemento correspondiente dentro de ti. De no ser así, no podrías ser afectado ni siquiera superficialmente.
 En lo que concierne a tu naturaleza espiritual – y esto incluye el Plan de Salvación en conjunto – nunca te puede suceder nada. El conocimiento personal y la experiencia de esta verdad llegarán a ti inevitablemente al entrar en este camino.»
 Conferencia del Pathwork #59.