miércoles, 19 de octubre de 2011

El Gran Cambio

«En Vísperas de este grandioso acontecimiento, la atención universal está centrada en esta corriente que fluye poderosamente hacia este despertar inminente como si fuera un río que se va acercando al océano. A través de aquellos que como nosotros permanecen conscientes, tenemos puesta toda nuestra concentración en el nuevo despertar. Como criaturas que se hallan en ese flujo de conciencia nos identificamos con sus cualidades trabajando al unísono, utilizando toda nuestra capacidad para ayudarte a despertar y a conocer el origen de tu esencia.

Cuando se complete tu despertar, observaremos las señales de una nueva fase evolutiva, basada en nuevas formas de proceder y en condiciones adecuadas para activar la creación por completo. (…)

La conciencia humana colectiva está ahora entrando en el estadio final de su despertar, consolidando su conciencia como si fuera el órgano consciente, similar en su función al cerebro, de un ser planetario único, un ser con órganos internos formados por océanos, bosques, ecosistemas, atmósferas. La humanidad se convierte en un sistema que servirá para procesar información y para dirigir su propio desarrollo futuro.

El lenguaje que estamos utilizando en estos momentos para filtrar estos pensamientos no posee palabras adecuadas, no solo para este ser único planetario, ni para el Creador, sino ni siquiera para la especie humana. Hemos elegido las etiquetas que más se aproximan, con la esperanza de que esta estructura que utilizamos para entretejer estos conceptos, sea capaz de penetrar en tu mente y conseguir que puedas percibir la conciencia que se esconde detrás de ellas, despertando tu propia percepción, avivando tu memoria y proporcionándote en tu interior un entendimiento, una experiencia profunda y más comprensible que lo que estas palabras pudieran manifestar. El propósito de estas transmisiones es el de despertar al Creador con respecto al mundo material y guiarte a ti en ese despertar de la conciencia. (…)

En la historia de las sociedades que han de venir, el pensamiento humano y la actividad estarán guiados por la inteligencia en una o varias de sus formas. Algunos actos creativos traerán la inteligencia galáctica a través de la forma humana, otros traerán consigo la inteligencia universal que orquesta todo el engranaje galáctico en si mismo. Las distintas necesidades de cada situación harán que las personas se identifiquen con un cierto tipo de forma, que asimilen distintas cualidades de la conciencia. A través de algunos fluirá la inteligencia consciente de la tierra, mientras al mismo tiempo, otros serán los conductos por donde fluirá la inteligencia solar de este sistema lunar o quizás, a veces, la inteligencia de otras estrellas. Muchos canalizarán la inteligencia de ese Ser que es el catalizador y creador de todos los seres vivos.

Sin embargo, las diversas variedades del intelecto universal no están limitadas por su enorme capacidad de enfoque en un punto. Cuando hace falta y es necesario, los seres en los tiempos que han de venir simbolizarán también el intelecto de los ángeles asociados con esferas biológicas o con ríos, lagos y montañas, o incluso si es necesario, con formas de vida animal y vegetal de la tierra. Cuando sea necesario se recurrirá a la inteligencia del átomo y de la estructura molecular, se le consultará y se le utilizará en actividades creativas.

Las entidades benéficas traerán consigo un entendimiento en imágenes del Ser que, al desplegarse, forma el universo una comprensión en la cual el universo completo del hombre se refleja en la estructura de una de las partes.

Para activar esta comprensión, para acceder a todas las frecuencias de su consciencia, solo tienes que hacer una retrospección, ser consciente de tu unión primordial con el origen de la vida, de tu vida, y convertir esa unión en la prioridad de tus acciones y decisiones. Cuando comprendes la naturaleza de tu ser esencial en términos individuales, concibes tu cuerpo humano como una célula del organismo planetario en desarrollo. Y puedes identificar en ese organismo la firma de tu propia identidad individual. »

Semilla de Estrellas (The Starseed Transmissions, Living in the Posthistoric World), Págs. 49,44. Ken Carey. Ed. Sirio, 1993.